Dislate
—¡Tanta palabrería, no me vengas con excusas, será mejor escuchar el silencio!
—Anda pues, calla y oye.
—Percibo los autos en la calle.
—¡Tápate las orejas!
—Noto un zumbido en los oídos.
—No hagas caso de ello.
—¿Qué dices?
—Ya vas logrando tu propósito.
—¿Eh?
—¡Ya… calla y sigue tratando!
—¿Y para qué me sirve el silencio si no te entiendo nada? ¡Bah!
©alfonsopedraza